Descripción del conflicto minero:
El proyecto minero de oro y cobre "Brisas", propiedad de la transnacional canadiense Gold Reserve, constituye una de las faenas mineras más importantes dentro del denominado !Arco Minero", junto al proyecto "Las Cristinas", y probablemente en conjunto sean unos de los más importantes de toda la región.
Desde 1992 Gold Reserve se encuentra explotando "Las Brisas”, localizado en el poblado Km 88 del municipio Sifontes del Estado Bolívar, y que según los resultados arrojados por el proceso de exploración esta zona contiene reservas de 10.2 millones de onzas de oro y 1.4 mil millones de libras de cobre. Sin embargo, en el año 2008 por políticas de nacionalización del presidente Chávez, Gold Reserve fue expropiada de su participación en la explotación, lo que condujo a que la empresa interpusiera una demanda ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), el cual falló a su favor en septiembre de 2014, sentenciando que Venezuela debía indemnizar con 740.3 millones de dólares a la corporación minera.
De forma paralela, y dado el contexto económico y político de Venezuela, el gobierno activó el llamado "Motor Minero" como parte de sus acciones para superar el extractivismo petrolero y suplantarlo por el extractivismo minero, por lo que el 24 de febrero de 2016, se crea la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional ‘Arco Minero del Orinoco’.
Asimismo, desde el 2014 el gobierno ha trabajado en conjunto con la transnacional Gold Reserve para establecer un "Memorándum de Entendimiento", donde entre otras cosas se acuerda que el 55% de las acciones de la nueva empresa mixta serán del Estado venezolano y el 45% de Gold Reserve y que Venezuela pagaría lo sentenciado por el Ciadi en el 2014, los gastos legales de la demanda y la data certificada del oro de Las Brisas.
La activación de este motor minero se da en la región Guayana, la cual contiene una de las últimas reservas de agua dulce del mundo, además de áreas boscosas y un complejo y extraordinario ecosistema, donde la diversidad biológica ampara una gran gama de especies vegetales, animales y paisajes.
Frente a esto, se ha levantado un movimiento social en el que convergen organizaciones ambientales, indígenas, la academia y la sociedad civil en su conjunto, para oponerse al proyecto Las Brisas en particular, pero también contra todos los emprendimientos mineros que se quieren llevar a cabo en el Plan Integral del Arco Minero, el cual se trata de la concesión entregada por el gobierno nacional a varias transnacionales para explotar oro, coltán, bronce, diamantes y otros minerales ubicados en la Selva Amazónica en 117.000 kilómetros cuadrados (12%del territorio nacional), sin tomar en cuenta las consecuencias nefastas de estas prácticas para con el entorno y su ecosistema.
A través de manifestaciones, informativos, videos y utilizando todas las plataformas posibles los y las opositoras al proyecto Las Brisas-Cristinas, seguirán en pie de lucha por defenser sus bienes comunes.