El proyecto minero Conga, de oro y otros metales, que pretende explotar Minera Yanacocha, está ubicado en las nacientes de cuencas hídricas de las provincias de Cajamarca y Celendín, al norte de Perú.
El conflicto, tal como constata el Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, surge justamente frente a las dimensiones de esta nueva aventura de Newmont, que luego de los desastres de Yanacocha y del pretendido Cerro Quilish, ha ido constituyendo un negro prontuario en la provincia.
Algunas de las cifras del proyecto que aparecen en el cuestionado estudio de impacto ambiental presentado por la empresa: Constaría de 2 tajos abiertos, uno de ellos de 2 km de largo y 1 km de profundidad, emplazado sobre la laguna el Perol, que tiene 15 millones de años. Removería 92,000 toneladas de roca al día por 17 años, depositando los desmontes (su basura) sobre la laguna Azul. Esta laguna mas los bofedales circundantes dan vida al río Jadibamba. Por otro lado, el promedio de 85,000 toneladas de relaves tóxicos que generarían al día, durante al menos 17 años, los depositarían en relaves ubicados en un área de 700 hectáreas que constituyen las nacientes del río Jadibamba, principal río del distrito de Huasmín del que las comunidades usan para la agricultura, ganadería y consumo humano.
Evidentemente que el panorama no resulta auspicioso para las comunidades locales, quienes verán destrozadas y abusadas sus fuentes hídricas (el proyecto utilizaría gran cantidad de agua porque la separación del metal de la roca se haría mediante flotación). De hecho, en las inmediaciones del Proyecto Conga existen cerca de 40 lagunas y más de 100 hectáreas de bofedales y humedales, que se perderían para siempre.
Pero el atractivo es evidente para la empresa: las 11 millones 800 mil onzas de oro proyectadas, a un costo de 250 dólares, le significarían ganancias de al menos 1750 dólares por onza, y eso sin contar los 3.1 billones de libras de cobre, además de la plata.
Las autoridades son también las otras ganadoras, pues saben que el funcionamiento de una mega minera les supone dinero fresco (migajas) que podrán repartir entre sí mismos y sus electores mediante planes sociales de corto alcance.
Según Mirella Gallardo, la controversia generada por el Proyecto Minero Conga es resultado de una ?demanda democrática? de la gente que clama legítimamente por ser consultada y participar en los beneficios de la inversión minera. En este sentido son varios los aspectos de política institucional, normatividad y participación ciudadana que el gobierno peruano debe abordar con independencia e inteligencia, por la inclusión social.
El Estudio de Impacto Ambiental que presentó la empresa minera fue aprobado por el Ministerio de Energía y Minas (responsable también de la promoción de la minería), pero recibió muchas críticas de las instituciones cajamarquinas y del Ministerio del Ambiente.
El paisaje natural de la zona de explotación de la mina Yanacocha está completamente alterado, y en su vecindad ?hacia el este y noreste? se ubica la zona del proyecto Conga, que aún no ha sido alterada. La explotación minera ?especialmente la de tajo abierto? genera cambios de enormes dimensiones, lo que demanda que antes de ponerla en práctica, estos deben ser cuidadosamente analizados.
Los ecosistemas denominados altoandinos, en este caso, jalcas cajamarquinas, no solamente brindan extraordinarios paisajes, sino que también albergan una gran biodiversidad y poblaciones significativas de especies endémicas locales, entre las cuales se encuentran las hierbas medicinales que crecen en este entorno y otros cercanos, pero no en otros lugares del planeta. Estos parajes cajamarquinos brindan valiosos servicios ambientales pues son zonas de purificación de aire, reciclaje de nutrientes, provisión y regulación de agua.
De todas las bondades mencionadas, el aspecto más crítico para la vida de las sociedades que dependen de ellas, es el de
provisión de agua. Las jalcas intervienen tanto en la cantidad de agua que se genera en las cuencas, como en la regulación hídrica, que implica la permanencia en el tiempo del caudal generado.
Esto se ve refrendado por el científico Robert Morán que luego de un estudio independiente del EIA de la empresa expresa ?El EIA del proyecto Conga es un documento mal hecho y poco honesto, lo cual sorprende dada la escala de inversión (?) no logra proporcionar la información técnica necesaria para que la población y los organismos reguladores puedan tomar decisiones (?). En muchos sentidos es una burla a la población y a las agencias reguladoras del Estado?,
?En muchos sentidos, este EIA es básicamente un documento de relaciones públicas, dirigido a facilitar los permisos, todas las opiniones del EIA están marcadas por la ausencia de un enfoque que sea económicamente desinteresado?, afirma el experto.