Desde el 24 de octubre de 2011 nadie supo de él. David Sosa Pérez desapareció. Con él, un fragmento de la historia del movimiento social en contra de la imposición gubernamental de la minería a tajo abierto en Baja California Sur.
David Sosa embonó de inmediato dentro del movimiento antiminero, y junto a varios ciudadanos y ciudadanas conformaron la agrupación Sociedad Organizada Sudcaliforniana (SOS). Los unió el combate frontal contra la minera Concordia, antes Paredones Amarillos, y hoy conocida como Los Cardones.
De hecho, el 16 de enero de 2011, lograron una hazaña jamás imaginada: reunieron a más 9 mil personas, entre ellos candidatos políticos y empresarios reconocidos, para mandar un mensaje al sector minero de oposición clara. En la playa el Tule formaron la palabra SOS, un histórico llamado de auxilio a la sociedad mexicana.
El 7 de marzo de 2011, en la sección de estados del diario La Jornada, David Sosa declaraba: “señaló que a la preocupación causada por el regreso de Concordia se sumó información filtrada sobre la concesión de 44 mil hectáreas otorgada por la Secretaría de Economía en favor de Pediment Incorporated (Canadá) para instalar una mina de oro a cielo abierto en un área aledaña a desarrollos turísticos y muy cerca del Mar de Cortés, en el municipio de La Paz, así como una de mil 445 hectáreas asignada a un particular en el cerro de la Trinidad, en el municipio de Los Cabos".
Pareciera que nadie quiere ya hablar de David Sosa. Se convirtió en una especie de silencio incomodo en la historia de la lucha antiminera contemporánea de Baja California Sur, se convirtió en uno de esos activistas sociales que desaparecen cada año en México.
Quizá la autoridad deba replantear la pregunta, y no debería cuestionarse dónde está, más bien debería contestar a la interrogante: ¿Por qué desapareció David Sosa?
Ubicación | Baja California Sur, Mexico |
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Fecha | 24/10/2011 |