Descripción del conflicto minero:
La Sierra de la Laguna (oficialmente llamada Reserva de la biósfera Sierra de la Laguna) es una cadena montañosa ubicada al noroeste de México, en el estado de Baja California Sur protegida por la Unesco. Contiene el único bosque de pino-encino de Baja California Sur y la única selva sudcaliforniana de toda la península. Es un sito donde se encuentra una enorme variedad de especies endémicas (flora y fauna de gran variedad). Además, se sabe de vestigios arqueológicos e históricos en el área. Por tal motivo es considerada una reserva ecológica protegida por su importancia.
Sin embargo, desde el año 2010 la empresa canadiense Vista Gold intenta explotar esta reserva de vida. En febrero de 2010 los ciudadanos organizados y movilizados de Baja California Sur lograron detener uno de los proyectos mineros más tóxicos de los muchos que existen en la República, vía generosas concesiones del gobierno Federal. Se trataba de Paredones Amarillos, de la trasnacional canadiense Vista Gold (la cual cuenta con otras siete concesiones mineras en el mismo estado para la explotación aurífera en la reserva de la biosfera Sierra de la Laguna). Tan notorio resultaba el deterioro ambiental que provocaría el proyecto, que hasta la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se vio obligada a rechazar la solicitud de cambio de uso de suelo forestal del referido consorcio para iniciar la explotación, no sin advertir que la empresa incumplió los requisitos de ley.
Meses después, la trasnacional canadiense (que conoce muy bien los tejes y manejes para hacer negocios en esta República concesionada) simplemente le cambió de nombre al citado proyecto: Paredones Amarillos (como se conoció hasta febrero de 2010) pasó a denominarse Minera Concordia (a partir de septiembre del mismo año), y sin más retomó el trámite ante la Semarnat para lograr los permisos de cambio de uso del suelo forestal y otros para comenzar la explotación del área concesionada, actividad que fue detenida por las ciudadanía.
De nueva cuenta le negaron los permisos ambientales al proyecto minero, y los sudcalifornianos volvieron a celebrar el triunfo, aunque fue tan efímero como el primero, porque las autoridades federales parece que de plano no entienden de qué se trata. Así, la entrona ciudadanía de aquella entidad volvió a dar la batalla, porque si en septiembre de 2010 Paredones Amarillos se transformó en Minera Concordia, a partir de febrero de 2012 ésta se convirtió en Los Cardones, tras la asociación empresarial (40-60 por ciento) de Vista Gold con el Grupo Invecture, el cual cuenta con su propia concesión minera en el estado de Sonora (mina de cobre Piedras Verdes, operada por Frontera Copper Corporation, otra canadiense).
Sin embargo, tras la presión ciudadana de demostrar que la minería destruiría irremediablemente la Sierra de la Laguna, minera Los Cardones debió retirar su Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) ante la Semarnat. En enero del 2014, la Semarnat realizó una consulta pública a los habitantes de Baja California Sur sobre si querían el proyecto Los Cardones, obteniendo como resultado un rotundo no.
Para marzo del 2019, desde Los Cabos, en la presentación de un programa de mejoramiento urbano, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la cancelación del proyecto de la mina Los Cardones dado que afectaría la reserva de la biósfera Sierra la Laguna y, en cambio, dio su visto bueno a la construcción de una desalinizadora.
“Le digo al pueblo de Baja California Sur ¡No a la mina! Por qué no, porque tenemos que cuidar el paraíso, no destruir el paraíso, cuidar la naturaleza y si estoy hablando de que la gente vive del turismo, tenemos que cuidar el medio ambiente”, dijo López Obrador y explicó porque a diferencia del aeropuerto y la termoeléctrica de Huexca no realizó una consulta en esta ocasión.