La mina Nuevo Mercurio está ubicada aproximadamente a 500 metros al noroeste de la comunidad San Felipe de Nuevo Mercurio en el municipio de Mazapil, Zacatecas. El yacimiento fue descubierto en 1936 y la operación de la empresa Mercurio Mexicano comenzó entre 1940-1944. Después de algunos altibajos, la concesión de la mina fue adquirida por el estadounidense John Nugent a través de la compañía Rosicler. No obstante, a finales de 1970 cerró las instalaciones de la unidad minera (SAN FELIPE, NUEVO MERCURIO; MAZAPIL, ZACATECAS. BIFENILOS POLICLORADOS, 2002). El termino de las actividades extractivas representó el origen de los problemas socioambientales para la población local, derivado de la contaminación por los jales mineros y otros residuos tóxicos
El 15 de julio de 1980, la Secretaría de Mejoramiento del Ambiente de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, al realizar trabajos de inspección, identificó en las instalaciones de la Unidad Minera Rosicler S.A., la presencia no sólo de jales mineros, sino un depósito a cielo abierto de sustancias peligrosas como diésel, cloro, Bifenilos policlorados (42 tambos de 200 litros cada uno), alcohol de verduras (6 tambos de 200 litros cada uno), cenizas catalizadoras de mercurio, entre 300 y 400 toneladas de desechos sólidos, sustancias corrosivas (12 tambos de 200 litros cada uno) y desechos compactos y líquidos (569 tambos de 200 litros cada uno) (SAN FELIPE, NUEVO MERCURIO; MAZAPIL, ZACATECAS. BIFENILOS POLICLORADOS, 2002).
En el acta número 3548 de la inspección, el encargado del establecimiento declaró que las sustancias tóxicas fueron importadas desde Estados Unidos y fueron descargadas a la intemperie. Asimismo, declaró que los tambos fueron vendidos a los habitantes de San Felipe de Nuevo Mercurio para usarlos como depósitos de agua potable y como cerca de corrales. Esta situación, generó temor y preocupación, debido a que los bifenilos policlorados podrían ocasionar afectaciones en la salud de la población (SAN FELIPE, NUEVO MERCURIO; MAZAPIL, ZACATECAS. BIFENILOS POLICLORADOS, 2002).
Ante los hechos, Clarence William Nugent (hijo de John Nugent) dueño de la Unidad Minera Rosicler, fue denunciado y procesado por la Procuraduría General de la República (PGR) en México D.F. por parte de la entonces Dirección General de Programas Especiales de Saneamiento de la Subsecretaría de Mejoramiento del Ambiente como consta en el expediente 6/090 (724.1)/2 según el oficio número ZP60054 de enero de 1981, por la introducción ilegal de residuos tóxicos, el vertido del contenido de algún número indeterminado de recipientes al interior de los tiros abandonados, derrames sobre el suelo en el área superficial de la mina y por el delito de contrabando (SAN FELIPE, NUEVO MERCURIO; MAZAPIL, ZACATECAS. BIFENILOS POLICLORADOS, 2002).
Los delitos cometidos por Clarence William Nugent quedaron impunes, ya que, el 18 de marzo de 1983 se dictó una sentencia absolutoria, al no existir jurisdicción ambiental sobre el caso (SAN FELIPE, NUEVO MERCURIO; MAZAPIL, ZACATECAS. BIFENILOS POLICLORADOS, 2002).
En 2002, el entonces gobernador del estado de Zacatecas Ricardo Monreal Ávila y el Lic. Víctor Lichtinger W., titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) llevaron a cabo acciones de contención de los residuos tóxicos expuestos en la mina Nuevo Mercurio: 1) recolección de residuos con bifenilos policlorados, 2) se concentraron en cuatro espacios de las instalaciones de la mina, 3) se impermeabilizó y protegió con plástico calibre 40 color negro, 4) se cercaron los sititos donde fueron confinados los residuos, 5) se instalaron letreros para advertir sobre los riesgos a la salud, 6) se reforestó el área de la mina con especies nativas, y 7) se clausuraron los nueve tiros de la mina para evitar que se volvieran a usar como depósitos de residuos tóxicos (SAN FELIPE, NUEVO MERCURIO; MAZAPIL, ZACATECAS. BIFENILOS POLICLORADOS, 2002).
Sin embargo, el 23 de agosto de 2010, el periodista Alfredo Valadez emitió una nota en el periódico La Jornada donde señalaba que desde 2002 la mina Nuevo Mercurio se encontraba abandonada, a pesar de que autoridades locales y federales se comprometieron a contener y remediar los efectos de los residuos tóxicos almacenados ahí. En la nota periodística, Valadez señaló que los bifenilos policlorados fueron producidos por la empresa Monsanto, y los residuos tóxicos por las empresas Diamond Shamrock (petrolera), Monochem (hoy Borden, fabricante de productos químicos y sintéticos industriales), BF Goodrich (fabricante de llantas) y PPG Industries (pinturas y recubrimientos) (Valadez, 2010).
Hasta esa fecha, las medidas de contención y remediación se mantenían inconclusas: varios tiros de mina estaban sin ser clausurados; se detectaron varios puntos donde aún había sustancias peligrosas, entre ellos los hornos de retorta y los patios de lavado de mineral, no habían sido cercados. Tampoco se reforestó (Valadez, 2010).
En 2011 se volvieron a realizar acciones de remediación (Martínez, 2011), no obstante, el 09 de julio de 2014, Álvaro García Hernández, Coordinador de la Comisión de Legislación Ambiental del Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable, en una nota de prensa, afirmó que después del auge minero de Nuevo Mercurio entre 1940 y 1970, ahora es un pueblo fantasma y se encuentra en el abandono total. Se detectaron pocas tiendas de abastecimiento, un pequeño hospital y una telesecundaria, además, múltiples casas están destruidas y abandonadas, no hay señal de televisión, ni de teléfono.
La comunidad, padece entre otras cosas, el agotamiento de los recursos hídricos (las pocas afluentes son saladas), la falta de empleo y de servicios públicos, además, a través de una denuncia hecha por una habitante del lugar, se dio a conocer que el médico encargado de la comunidad, cuando iba obligaba a las mujeres a desnudarse ante una simple gripe (García, 2014).
Otros problemas identificados fueron la falta de alcantarillado y pavimentación, afectaciones a la salud relacionadas con las vías respiratorias, la presión arterial alta y la diabetes. De igual forma, es importante señalar que San Felipe de Nuevo Mercurio ha tenido que enfrentarse a la impunidad de los responsables de la contaminación por jales mineros iniciada en 1940 y que, en 1977 se agravó por la importación de residuos tóxicos cancerígenos como los bifenilos policlorados, ante lo cual, se mantiene la ausencia de políticas públicas ambientales para la población (García, 2014).
Colaboración de Sergio Uribe con apoyo en https://ejatlas.org/conflict/waste-nuevomercurio-zacatecas-mexico.