Tetela de Ocampo es una pequeña localidad de la Sierra Norte del Estado de Puebla muy cercana a la población de Zautla, la que en 2012 expulsó a la empresa china JDC Minerales S.A.
La empresa minera Frisco, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim, mantiene una propiedad desde 2003, con una concesión por 50 años para la explotación de 10 mil hectáreas en el municipio y busca explotar en este territorio el cerro Las Espejeras, un yacimiento de oro ubicado en la región La Cañada en Tetela de Ocampo, de donde se podrían extraer unos cuatro kilogramos de oro al día.
En esta mina a cielo abierto, se tratarían al día ocho mil toneladas de tierra de las cuales, después de un proceso de lixiviación por medio de cianuro, se obtendrían alrededor de un gramo de oro por cada tonelada de material.
La mina requeriría unos 190 litros de agua por segundo para su funcionamiento, los cuales descenderían a 40 litros por segundo con el paso del tiempo, después de que Frisco construya su propia planta tratadora de agua. Los habitantes de Tetela de Ocampo emplean solamente cuatro litros de agua por segundo para vivir, por lo que, aunque la empresa instale sus plantas tratadoras, la operación minera implica una extracción mayor de agua en relación al consumo de los pobladores.
Autoridades municipales, estatales y federales, además de campesinos, activistas y habitantes de la región, están desde mediados de 2012 realizando acciones de resistencia a la operación de la mina.
En agosto de 2012 una mayoría de tetelenses confirmó su rechazo absoluto al proyecto de Minera Frisco, y lo corroboraron con más de 1,600 firmas reunidas por la organización Tetela hacia el futuro, en el Segundo Foro Informativo llevado a cabo en el auditorio municipal.
Con la presencia de más de veinte organizaciones sociales de la Sierra, el grupo opositor al proyecto minero presentó una convocatoria “a pensar bien la Sierra, con su historia, tradiciones, recursos y potencialidades, conservando nuestra identidad local y organizándonos colectivamente”. La presencia de mega proyectos destructivos presenta a los serranos la oportunidad de actuar positivamente y de proponer proyectos alternativos que detonen el desarrollo sustentable en la región. La convocatoria hace un llamado a construir un futuro de calidad “identificándonos en torno a la tierra y a sus habitantes, detectando problemas y unificando acciones encontraremos soluciones comunes. Nuestro objetivo es la preservación del medio ambiente, porque es nuestra casa, sustento y fuente de vida”.
En septiembre de 2012, con pancartas en la mano, camisetas de rechazo a la minera y con llamados a la ciudadanía a unirse, la comunidad estudiantil de Tetela de Ocampo expresó en el desfile patrio la abierta oposición al proyecto. “Los héroes de la patria nos enseñaron a defender los principios, la libertad y la justicia. Defendemos esos principios con decisión. Unión y valores. Hay que defender nuestro patrimonio natural. ¡No a la minera!”.
El 30 noviembre de 2012, según el sitio Puebla Online, la Secretaría General de Gobierno de la administración de Rafael Moreno Valle habría acordado con la Asociación Civil “Tétela hacia el Futuro” que la empresa Minera Frisco, (propiedad de Carlos Slim), no tendría autorización para extraer oro en el Cerro Espejeras. Así, a pesar de la supuesta intervención del secretario de Desarrollo Económico del estado, quien intentó convencer a los habitantes de la zona de las bondades de la inversión económica, el brazo minero del hombre más rico del mundo “no podrá iniciar obras y actividades de exploración”, de lo contrario sería sancionado.
A pesar de esto, la empresa Espejaras S.A de C.V sigue insistiendo en volver a presentar el “Estudio de Impacto Ambiental para Exploración”. Esta situación sigue manteniendo la alerta y sosteniendo el absoluto rechazo a la actividad minera.
Los conflictos en Zautla y en Tetela de Ocampo nacen de un amplio movimiento de resistencia. En septiembre 2012 en Puebla, organizaciones campesinas e indígenas, académicos y expertos en la defensa de los recursos naturales exigieron a los gobiernos estatales de Puebla y Morelos frenar la construcción del gasoducto que atravesará 30 comunidades rurales en Tlaxcala, Puebla y Morelos; además de la termoeléctrica, en la comunidad de Huexca, y la mina a cielo abierto del magnate Carlos Slim, en Tetela de Ocampo. Asimismo, se determinó recurrir a la política asamblearia como posibilidad de lucha contra estos proyectos, donde se tenga diálogo franco con las autoridades.