La Mina de San Andres, ubicada en el Municipio de La Unión Copán, genera graves daños en la salud de la población, debido a la descarga de cianuro en el río Lara, afectando las fuentes de agua de muchas comunidades del occidente del país, incluyendo a Santa Rosa de Copán, la ciudad de mayor importancia en esa zona hondureña. En 1998 Greenstone Minera, se encargo de realizar el estudio geologico, usando un escaneo por satelite y helicopteros para rastrear la zona minera de la conocida Falla de San Andres. Los resultados obtenidos, daban cuenta que el mineral se encontraba debajo del casco perimetral de la aldea de Las Minas de San Andres. Interpretando la ley de Mineria vigente trasladaron a sus habitantes a un nuevo poblado a varios kilometros de su posicion actual, 123 familias vendieron casas y tierras, pero nunca recibieron el pago prometido, Greenstone se fue, y vino despues en Banco Atlantida que no cumplio lo prometido. La demolicion del antiguo pueblo incluida la iglesia colonial, fue repudiado por los habitantes de los demas poblados vecinos: Azacualpa, San Miguel, El Corpus que denunciaron ante las autoridades que la planta de tratamiento podria tener un vertido de cianuro al Rio Higuito. Con este motivo, el Obispo Luis Alfonso Santos, activista y defensor de los Derechos Humanos, en una de sus intervenciones, insto al gobierno a que emitiera una nueva Ley de Mineria que favorezca al trabajador y al pais. Su denuncia fue secundada por Greenpeace, debido a la tala y roza de varias hectareas de arboles de pino para construir un embalse. Debido a la cantidad de demandas la compañia Greenstone, vendio los derechos a Minerales de Occidente, S.A. (MINOSA) propiedad de la sociedad Banco Atlantida S.A. que es la que explotó el yacimiento. La explotacion minera se realiza a cielo abierto, extrayendo oro y ocasionando daños en la salud de la poblacion, debido a la descarga de cianuro en los rios Lara e Higuito, afectando las fuentes de agua de muchas comunidades del occidente del pais, incluyendo a Santa Rosa de Copan, la ciudad de mayor importancia en esa zona hondureña. Se han sucedido las mineras canadienses Yamana y Aura Gold. La iglesia menonita describe asi el caso. Esta es una comunidad agrícola de 300 años de San Andrés de Minas en el departamento de Copán, en el oeste de Honduras. En 1999, Greenstone Resources Limited de Canadá obtuvo una concesión en el área de San Andrés. En poco tiempo, los residentes fueron reubicados y el centro de la ciudad fue arrasado. La reubicación de San Andrés fue devastadora para la comunidad. La gente perdió sus parcelas familiares tradicionales y, debido a que el suelo en el área de reubicación era pobre, la agricultura se volvió mucho más difícil. Solo un puñado consiguió trabajo en la mina. La comunidad también perdió su plaza central y lugar de reunión. Las relaciones de larga data y las estructuras tradicionales de gobierno de la aldea comenzaron a romperse, lo que dificulta que las personas se organicen y hagan valer sus preocupaciones. Para el año 2000, Minosa Mining compró Greenstone. La expansión continuó y otras comunidades cercanas se vieron afectadas. Minosa estableció una plataforma de lixiviación con cianuro a poca distancia del pueblo de San Miguel. Los residentes de San Miguel pronto comenzaron a experimentar trastornos de la piel que vienen con agua contaminada, y sus animales de granja comenzaron a morir. A lo largo de los años, se han producido varios vertidos importantes de relaves en un río cercano, que matan peces y otras especies acuáticas y afectan a las comunidades río abajo. En 2005, la mina cambió de manos una vez más a Yamana Gold, con sede en Columbia Británica. Los problemas continuaron mientras Yamana buscaba expandir la mina. Para la primavera de 2006, personas de cuatro comunidades diferentes estaban siendo desplazadas para esta expansión. El grupo original de San Andrés se enfrentó a la reubicación por segunda vez.

Ver Minerales de Occidente (MINOSA) desarrolla proyecto de explotación de oro de las minas San Andrés en Copán Honduras La explotación minera se realiza a cielo abierto en la Mina de San Andres, ubicada en el municipio de La Unión Copan y que ocasiona graves daños en la salud de la población, debido a la descarga de cianuro en el río Lara, afectando las fuentes de agua de muchas comunidades del occidente del país, incluyendo a Santa Rosa de Copán, la ciudad de mayor importancia en esa zona hondureña.