Descripción del conflicto minero:
Comunidades pertenecientes al municipio de Ocotlán, Oaxaca, han reclamado que de forma ilegal se entregaron concesiones mineras en su territorio a la empresa Natividad, filial, de la canadiense Continnum Resources. En las cuales, se llevaron a cabo trabajos de exploración contra la voluntad de quienes habitan la zona.
Los comuneros organizados acudieron ante las autoridades para presentar de manera formal su reclamo sin obtener una respuesta favorable. Por lo tanto, decidieron actuar por sus propios medios: tomaron el campamento de la minera, cortaron las rutas de acceso y llevaron a cabo una serie de medidas de fuerza que fueron reprimidas violentamente por las fuerzas militares y policiales, situación que ha generado un gran repudio a nivel nacional.
La empresa canadiense Continnum Resources ha obtenido numerosas concesiones en los estados de Oaxaca y Guerrero, sembrando incertidumbre y descontento en la población que habita la región donde se ubican los yacimientos de oro y plata. Un claro ejemplo de lo señalado, es que tan sólo con los trabajos de exploración del proyecto Natividad, se secaron manantiales y acuíferos en la zona.
De acuerdo al sitio web NO A LA MINA, el proyecto Natividad ha vertido en el cauce del Río Grande que atraviesa cerca de 15 comunidades en la región, todos los desechos que ocasiona el beneficio del mineral con alto contenido tóxico, ya que se utilizan reactivos químicos que han causado un gran daño a la ecología local. En su Manifiesto de Calpulalpan NO A LA MINA, la comunidad de Calpulalpan de Méndez exige el cierre definitivo e inmediato del proyecto Natividad, el cese de las presiones por parte del gobierno y de las empresas transnacionales para otorgar permiso para la extracción minera, la restitución de los terrenos ocupados por la compañía en la comunidad y el pago por los daños ecológicos causados.
Desde que comenzó a operar el proyecto Natividad, ha ocasionado un fuerte impacto ambiental, cuatro años después, en 2006, los problemas por el agua aumentaron. Por lo que, la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (PROFEPA) ordenó parar los trabajos en la mina. Los líderes comunitarios acusaron a la empresa de dañar los acuíferos de los que dependen y de desaparecer 13 manantiales. Según el acuerdo comunal: “una comunidad sin agua no tiene vida en la cual sus futuras generaciones puedan depender”.
En el 2008, la compañía canadiense Fortuna Silver Mines Inc. compró las concesiones de Continuum y empezó a dinamitar una rampa de acceso, preparando la explotación de oro y plata a gran escala. El periodo de preparación del sitio se desarrolló durante el 2010, iniciando en el 2011 la fase de explotación que durará al menos 12 años, procesando unas 1,500 toneladas de mineral diariamente. La empresa necesita una gran cantidad de agua, misma que quedará saturada con químicos tóxicos y terminará por contaminar los mantos freáticos de toda la región.
Los residentes de la comunidad Calpulalpan de Méndez han denunciado que el agua que corre por los ríos es amarilla y tiene un terrible olor. Toneladas de tierras comunales se encuentran contaminadas y los árboles en el forestal local estaban manchados de gris debido a los químicos que se han usado para separar el oro y la plata extraídos de la mina.