Descripción del conflicto minero:
Luego de 14 años de funcionamiento irregular de minera Tritón S.A. en la provincia de León, los vecinos decidieron elevar una denuncia formal para que cesen los atropellos, no se conceda el permiso de construcción de un nuevo dique de colas que pretende instalar la empresa, y para que las autoridades nicaragüenses fiscalicen y sancionen al titular. De hecho, el 13 de marzo del 2009, pobladores del Comité de Desarrollo Comarcal de Mina El Limón, interpusieron una denuncia ambiental ante las autoridades competentes tales como Procuraduría Ambiental, Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, Ministerio de Salud y alcaldía municipal de Malpaisillo.
Igualmente, denunciaron la afectación al ambiente en cuanto a la contaminación de aguas superficiales-subterráneas, suelos y atmósfera, además de la salud de los pobladores de la Comarca Mina El Limón, debido a las labores de explotación de recursos minerales (Oro y Plata) que realiza esta empresa minera desde hace más de 14 años.
La Procuraduría Ambiental, acogió la denuncia y actuando en representación de la población interpuso el 26 de marzo del 2009, una denuncia formal ante la delegación departamental del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales de León, quienes dieron apertura al proceso administrativo en contra de la empresa Triton Minera S.A.
Aún el conflicto está entrampado en trámites administrativos y los vecinos esperan solución .
Un nuevo conflicto fue informado en mayo del año 2015, debido a que la empresa anunció que cortaría el suministro de energía eléctrica al pueblo, cuando era uno de los compromisos que había firmado al obtener la concesión para explotar el yacimiento de oro, uno de los principales del país.
Los mineros y sus familias fueron a la huelga. Sufrieron la represión del “progresista” Daniel Ortega, exdirigente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) devenido en gerente de las trasnacionales. Numerosos pobladores de Mina El Limón resultaron heridos.
Para el 9 de mayo, se firmó un acuerdo entre la B2Gold y las tres organizaciones sindicales donde se agrupan los trabajadores de la mina: Sindicato Independiente de Trabajadores Mineros, Sindicato de Trabajadores Mineros, Sindicato Democrático de Trabajadores de la Industria Minera.
En este mes, con el despido de tres sindicalistas, se agudizó el conflicto entre la trasnacional y los trabajadores. El 6 de octubre pasado los mineros realizaron un bloqueo con paro de labores a la mina explotada por B2Gold exigiendo el reintegro de sus compañeros.
El gobierno de Daniel Ortega, otra vez, envió a los antimotines. Ante la represión por parte de la policía, ardió la delegación policial. Según informa la prensa nicaragüense, resultaron heridos 23 agentes y uno murió.
Entre las demandas del pliego petitorio de los sindicatos para presentar al gobierno están: no a la persecución policial en contra de los trabajadores y la población, liberación de los presos y suspensión de los cargos por parte de la empresa, reintegro de los líderes sindicales a sus puestos de trabajo, la destitución de cuatro funcionarios de B2Gold, piden el desalojo inmediato de las fuerzas públicas dentro de la empresa, la comunidad y los caminos y eliminación de la tercerización.
Como respuesta, el gobierno y la minera B2Gold cortaron los servicios de agua e impidieron la entrada de alimentos al pueblo. Se hablaba de un “estado de sitio” no declarado. Hasta la madrugada de este sábado 17 de octubre. Lo peor estaba por venir.
Al mejor estilo del accionar de la guardia nacional durante la dictadura somocista, las fuerzas represivas nicaragüenses, con armas de guerra, balas de goma y gases lacrimógenos tomaron el pueblo Mina El Limón. Efectuaron cateos casa por casa, destruyeron enseres domésticos de los pobladores, detuvieron y golpearon a muchas personas. Se dice que hay heridos graves.
Ésta es la verdadera cara del “progresista” gobierno de Daniel Ortega, quien hace pocos días defendió las concesiones mineras otorgadas a las trasnacionales como B2Gold, que saquean los minerales del territorio nicaragüense y dejan a su paso la destrucción.
Con los hechos del pasado 17 de octubre queda bien claro para quién gobierna Ortega: muy lejos quedó su papel de “caudillo combativo”. Ahora es un empleado más a sueldo de las trasnacionales.